jueves, 29 de diciembre de 2016

¿Felicidad no compatible con tiempo?

Reflexiones untadas en chocolate

- ¿Te das cuenta de que nada ha cambiado en estos 20 años y a la vez ha cambiado todo? Seguimos sentadas en la misma mesa de madera carcomida de esta cafetería hablando de la vida mientras afuera corre el tiempo.

- Es curioso, la última vez que te ví no estabas tan reflexiva acerca de la vida, Marian. Ya sabes que la gente viene y va , que cambia y se redescubre, ¿por qué tanta filosofía?

- Por ningún motivo en especial. Solo me he dado cuenta de eso, que seguimos corriendo detrás del tiempo en vez de ir a la cabeza ¿Recuerdas cuando salíamos a dar vueltas y perdernos por las calles de Madrid?

- Eran otros tiempos, Marian. Ahora somos madres y tenemos otras ocupaciones. Entre compras, la casa, los niños... no hay tiempo para nada.

- ¿Ves? De eso te hablo, Bianca. Porque seamos madres no tenemos que dejar de divertirnos. Cuando éramos estudiantes teníamos otras preocupaciones y ocupaciones, cuando trabajábamos otras diferentes... ¿Cuándo perdimos la alegría por vivir?Dime.

- No es perder la alegría por vivir, sino anteponer otras necesidades a las tuyas.

- ¿Y crees que al anteponerlas tienes que arrancar de cuajo tu propia felicidad?

- No, pero para tí es fácil decirlo. Con dos sueldos y una jubilación a la vuelta de la esquina se vive bien.

- Bueno, ya sabes que si necesitas algo, aquí me tienes. Lo estuve cuando nacieron tus hijos, cuando falleció tu marido, ahora no iba a ser menos...

- La verdad es que tienes razón, con 65 años no está todo perdido. Quizá me anime a hacer alguna excursión de esas tuyas.Háblame acerca de esa que hiciste a Egipto...

La lluvia golpeaba los cristales de aquella pequeña cafetería escondida en una recóndita esquina mientras dos viejecitas sostenían en sus tazones de chocolate el fuerte espíritu de la amistad y avivaban su llama de juventud a la luz de la estufa.
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Nunca es tarde para ser feliz y empezar a hacer lo que te gusta. Que la edad no te quite de tus sueños de joven. Si no hacemos más que perder tiempo, un día moriremos ya estando muertos.

Feliz Navidad